Si señores, tal y como lo leen. Una de las recetas más representativas y exquisitas de nuestro país está en peligro de extinción. Se pierde la receta, se pierde la costumbre y lo más preocupante, se pierde un clásico de la cultura gastronómica. Una receta tradicional por la que yo he apostado al máximo.

Aquí en España las pioneras son las abuelas, pero después, ¿mantienen los jóvenes este plato? La receta no se está transmitiendo de generación en generación. Cada vez son menos personas las que la hacen y más, las que reconocen que para comer tortilla de patata, bajan al bar o compran una precocinada en cualquier supermercado. Por no hablar, de los que ni siquiera han intentado hacerla. Lo más curioso, es que es una comida que gusta a todo el mundo.

Fuera de España ¿conocen una buena tortilla de patata? Cuando los turistas eligen nuestro país como destino, seguramente tengan pensado probar la típica tortilla española y creo que les debe resultar bastante complicado. Empezando por su llegada al aeropuerto, creo que todos somos capaces de visualizar la tortilla de patata que vemos en nuestros aeropuertos. En cambio, en Berlín puedes empezar tu viaje probando unas maravillosas salchichas alemanas, acompañadas de una buena cerveza típica.

En mi opinión, no se llevan una buena sensación, no se llevan el producto, porque cada vez es más difícil encontrar una tortilla digna en nuestros bares. Otra de las complicaciones, son las limitaciones de horarios y de cantidad. En muchos de ellos, solo las elaboran a ciertas horas, muchas veces no están recién hechas y una vez que se terminan, no hay más. ¿Cuántas veces os habéis pedido una tortilla y estaba seca?

Aunque por supuesto, tengo que hacer excepciones con grandes como Ciri González en El Asador La Encina (Palencia), La Ardosa en Malasaña (Madrid), Sylkar (Madrid), Mesón O Pote en Betanzos (Galicia) y sin olvidar mi restaurante Sagartoki, que es uno de mis platos estrella.

Con mi producto La Tortilla de Senén yo he intentado buscar solución a todos estos problemas. Lo más importante, una tortilla de patata recién hecha. Réplicas exactas de una buena receta. Fácil de conservar y de preparar y sobre todo, con la ventaja de poder dejarla al punto exacto que a cada uno le gusta. Tortillas jugosas que invitan a untar pan. Uno de los iconos gastronómicos más reconocidos, pero menos cuidados, al alcance de cualquiera.

Mi sueño es que dentro de unos años, un extranjero pueda contar que ha disfrutado de una tortilla de patata de 10, en cualquier bar de nuestro país.

¡La internacionalización de la tortilla de patata!